Artículo en la revista Psicología y Salud del COPG

SOBRE LA SEXUALIDAD FEMENINA Y LAS DINÁMICAS ACTUALES DE COMPROMISO ENTRE MUJERES La Revolución Sexual iniciada a finales de los años sesenta del siglo XX no se fundamenta en una permisividad  que concierne a los papeles de cada sexo con nuevas prácticas sexuales, el uso de juguetes eróticos o la pornografía para mujeres. La también conocida como Liberación Sexual es, literalmente, una huida cultural de la reproducción que evoluciona hacia una autonomía femenina sin precedentes y con profundas consecuencias para una sexualidad masculina fuertemente institucionalizada. De ahí, los múltiples ejemplos de violencia de género que vemos con demasiada frecuencia en los medios de comunicación. Los métodos anticonceptivos eficaces han implicado mucho más que el hecho de limitar los embarazos. La posibilidad de controlar la fertilidad de forma segura ha propiciado una profunda transición en la vida personal de la mayoría de las mujeres hacia los estudios superiores y el mercado laboral. Desde la comercialización y autoadministración de las píldoras anticonceptivas, podemos constatar en las estadísticas demográficas de cualquier país occidental cómo ha descendido drásticamente el número de matrimonios heterosexuales, mientras ha aumentado la co-habitación; como, también, ha descendido el número de hijos por mujer, pero ha aumentado el número de niños que nacen fuera de las uniones civiles y, especialmente, cómo crece el número de madres solteras, año tras año. En el contexto occidental de las democracias liberales, la sexualidad femenina ha comenzado a descubrirse flexible, fluida y abierta a una diversidad de experiencias que hoy se conoce como una capacidad potencial más de los individuos de sexo femenino. De hecho, el reconocimiento científico del orgasmo clitoridiano y, por tanto,...